Desde el Parnaso

martes, diciembre 07, 2010

Habitación con vistas


Hace un año y unos días que no me paro a divisar, desde el Parnaso, lo que acontece en la Vega del río Tajo. Hace un año y unos días que no encuentro motivo alguno por el que escribir. Hace un año y algunos días desde la ultima entrada en este blog y hace unos ocho meses que esa entrada, al ser leída por la persona a la que quiero, dio lugar a una tremenda confusión que me quito las ganas de seguir escribiendo.
Hace un año y algunos días que no he vuelto al Parnaso y ni siquiera esta noche en la que escribo lo hago desde allí.
Mi vista, el paisaje que desde hace algo mas de un mes contemplo, es la vista sobre una gran ciudad.
La ciudad de Madrid, sobre la cual he visto amanecer, anochecer, con días de lluvia y sol, con la sierra nevada en el horizonte y las siluetas de los grandes edificios recortandose sobre las montañas y el cielo.
He contemplado la ciudad durmiendo y he visto como se despertaba, como sus calles se vaciaban y se volvían a llenar con sus gentes y sus vehículos al ritmo de las horas y de la luz del día. He contemplado como latía el corazón de esa ciudad y he visto como la vida en ella continuaba.
Y mientras tanto, desde esta "habitación con vistas" he acompañado a una vida que nos deja y he dicho adiós a otra que se nos fue en silencio.
Desde esta habitación, he repasado mi vida junto a ellos y se y he comprendido que, a pesar de que haya habido tristezas y sinsabores, su vida, y la mía junto a ellos, ha estado llena de alegrías y que sobre todo ha estado llena de sus enseñanzas.
Se que yo no seria como actualmente soy, sin su ayuda sin sus enseñanzas y cuidados, sin sus premios e, incluso, sus castigos. Soy , en cierto modo, su proyección hacia el futuro, y en mi siempre quedara algo de ellos.
Ojalá no hubiera conocido nunca esta " habitación con vistas" pero es ley de vida y ella nos ha traído hasta aquí, a esta habitación 55 de la planta 13 del Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde mi madre lucha con la muerte una batalla ya perdida y en donde en una noche como esta, hace ya casi dos semanas, mis hermanos me comunicaron la muerte de mi padre.
Se fue, casi sin hacer ruido, mientras todos estábamos pendientes de mama en esta triste "habitación con vistas".
Ahora solo esperamos, esperamos el desenlace de una vida que nos dio la nuestra, que lucho por nuestra felicidad y de quien quiero pensar que la suya estuvo también llena de esa felicidad que tanto busco para nosotros.
Espero volver a escribir desde el Parnaso contemplando la maravillosa vista de los valles del Tajo y del Jarama con la sierra de Madrid al fondo, y se que mis padres tendrán, allí donde estén, la mejor "habitación con vistas".